Elixir verde de verano

La sandía es una fruta refrescante y jugosa, muy popular en México, tanto por su consumo interno como por su exportación. Es rica en agua, vitaminas y minerales, lo que la convierte en una excelente opción para hidratarse, especialmente en los días calurosos.
Características sandía
La sandía (Citrullus lanatus) es un fruto grande, de forma redondeada o elíptica, con una cáscara verde (oscuro o claro), a veces con rayas amarillentas o grisáceas. Su pulpa es de color rojo, rosa o amarillo, dulce y jugosa, con semillas negras, marrones o blancas. La sandía es conocida por su alto contenido de agua y bajo valor calórico, lo que la convierte en una fruta refrescante y saludable.
- Nombre científico: Citrullus lanatus
- Tipo de hortaliza: cucurbitácea
- Clima ideal: caluroso, con temperaturas entre 23°C y 28°C durante el día y entre 18°C y 21°C durante la noche
- Temporada de siembra: primavera, preferiblemente entre abril y mayo
Cómo sembrar sandía
Para sembrar sandía, prepara un suelo bien aireado y fértil, idealmente con compost o estiércol. Siembra las semillas en hileras con una separación de 1.5 metros entre ellas y de 1.5 metros entre cada planta. En cada agujero de 2-3 cm de profundidad, coloca 3-4 semillas y cúbrelas con tierra. Riega bien y asegúrate de que la planta reciba suficiente luz solar.
Métodos: La sandía se puede sembrar directamente en el suelo o mediante trasplantes, siendo más común la siembra directa. Para la siembra directa, se recomienda crear hileras con una separación de 1.5 a 2 metros entre ellas y unos 1.0 a 1.5 metros entre plantas. Se pueden sembrar 3-5 semillas por agujero a una profundidad de 2-3 cm, cubriéndolas con tierra y regando bien.
Sustrato: El sustrato ideal para el cultivo de sandía es un suelo profundo, suelto y con buen drenaje, preferiblemente tipo lómico-arenoso con pH entre 5.5 y 6.8. También puede utilizarse un sustrato comercial para hortalizas o una mezcla de turba rubia, fibra de coco y perlita.
Riego inicial: El riego inicial de la sandía consiste en regar abundantemente al principio de la plantación, luego con riegos más ligeros y espaciados a medida que la planta crece, y finalmente con riegos más abundantes durante la formación del fruto.
Cuidados esenciales
Los cuidados esenciales para la sandía incluyen: riego adecuado, fertilización, protección contra plagas y enfermedades, y asegurar una buena iluminación.
Luz solar: 8 a 10 horas de luz solar directa al día
Riego: El riego por goteo es recomendado para evitar la humedad excesiva en las hojas y el fruto, y se recomienda regar en las horas más frescas del día para evitar la evaporación rápida
Abono: fertilizantes ricos en potasio y fósforo
Control de plagas: El control de plagas en sandía requiere un enfoque integral que combina métodos preventivos y tratamientos específicos. La vigilancia constante es clave para detectar plagas y enfermedades en etapas tempranas y evitar daños significativos al cultivo
Áfidos: Los áfidos, también conocidos como pulgones, son una plaga común en los cultivos de sandía, causando daños significativos al succionar los jugos de las hojas y tallos. Afectan el desarrollo de la planta, causan decoloración, hojas amarillentas y crecimiento atrofiado. El control de los áfidos en sandía requiere una estrategia integral que combine métodos biológicos, culturales y químicos
Hongos: Los hongos que pueden afectar a la sandía (Citrullus lanatus) son varios, y cada uno causa diferentes síntomas. Algunas de las enfermedades fúngicas comunes en la sandía son el oídio (mildíu polvoroso), el tizón gomoso del tallo y las necrosis foliares (causadas por Didymella bryoniae), la fusariosis (causada por Fusarium oxysporum), y la podredumbre de la raíz (causada por Pythium spp.)
Cosecha y almacenamiento de la sandia
La sandía se cosecha cuando está madura, con una mancha amarilla en la parte inferior y un sonido hueco al golpearla. Para el almacenamiento, se recomienda una temperatura de 10-15°C y una humedad del 85-90%, evitando el contacto con frutas que emitan etileno.
Cuándo cosechar: La sandía se puede cosechar a partir de los 90 días después de que las semillas hayan germinado, deben estar completamente maduras para ser cosechadas.
Cómo cortar: La sandía se cosecha manualmente, cortando el fruto de la planta con un cuchillo afilado. Es importante hacerlo con cuidado para evitar dañar la piel y asegurar que la sandía esté madura antes de cortar.