Reina del huerto habas con actitud

La palabra “haba” se refiere a una legumbre, específicamente la semilla de la planta Vicia faba, que es cultivada en todo el mundo. Las habas son ricas en fibra, vitaminas y minerales, y son una buena fuente de ácido fólico. 

Características del haba

Las habas (Vicia faba) son una legumbre con numerosas características, tanto en su forma física como en sus propiedades nutricionales. Son una planta anual, herbácea y trepadora, con hojas compuestas y tallos gruesos. Los frutos son vainas que contienen semillas, y las habas son ricas en proteínas, fibra, vitaminas y minerales.

  • Nombre científico: Vicia faba
  • Tipo de hortaliza: leguminosas
  • Clima ideal: templado a cálido, con temperaturas entre 15°C y 25°C
  • Temporada de siembra: otoño, entre agosto y noviembre, o a principios de primavera

Cómo sembrar

Para sembrar habas, se recomienda el remojo de las semillas un día antes para facilitar la germinación. Luego, se realiza la siembra directa, colocando 2-4 semillas por hoyo a una profundidad de 3-5 cm y a una distancia de 30-40 cm entre hoyos.

Sustrato: El sustrato ideal para el cultivo de habas es un suelo profundo, suelto y bien drenado, preferiblemente arcilloso o silíceo, con buen contenido de materia orgánica. El pH óptimo se encuentra entre 6.0 y 7.5, y es importante evitar el encharcamiento.

Riego inicial: El riego inicial del haba debe ser abundante después de la siembra para asegurar una buena humedad en el suelo y facilitar la germinación. Se recomienda un riego profundo inicial de 20-30 litros por metro cuadrado, seguido de riegos más moderados a medida que la planta crece.

Cuidados esenciales

Los cuidados esenciales para la haba incluyen riego moderado y regular, especialmente durante la floración y el cuajado del fruto; abonado con materia orgánica (evitar exceso de nitrógeno) y un suelo bien drenado. El en tutorado o apoyo puede ser necesario para plantas altas, y el control de plagas como pulgones es importante.

Luz solar: se recomienda que reciban al menos 6 horas de luz solar directa al día.

El riego del haba debe ser moderado y constante, evitando tanto la falta de humedad como el encharcamiento. La frecuencia de riego dependerá de la etapa de crecimiento y las condiciones del suelo, pero en general se recomienda un riego cada 5-7 días durante el crecimiento vegetativo, y luego ajustar la frecuencia según las necesidades de la planta. 

Abono: El abonado de la haba se enfoca en aportar materia orgánica al suelo, evitando el exceso de nitrógeno y buscando un buen equilibrio de nutrientes. Las habas pueden ser utilizadas como abono verde, beneficiando la estructura del suelo y fijando nitrógeno. 

Control de plagas: El control de plagas en el cultivo de la haba implica la implementación de diversas estrategias para prevenir y mitigar los daños causados por insectos y enfermedades. Se pueden utilizar medidas preventivas, como el monitoreo del cultivo y la eliminación de plagas manual, así como el uso de productos químicos para el control de plagas específicas.

Cosecha y almacenamiento

La cosecha de habas se realiza de manera escalonada, recolectando las vainas verdes a medida que maduran, generalmente entre octubre y noviembre.

Haba – Cuidados postcosecha. Esta hortaliza, al recolectarse tierna, no puede conservase largos periodos de tiempo. Se conserva normalmente en cámaras frigoríficas con temperaturas alrededor de 0ºC y con humedades relativas del 95-100%. Suelen mantenerse en cámaras durante 1-3 semanas.

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