Endibia un toque de elegancia verde a tu mesa

La endibia es una hortaliza única tanto por su forma como por su sabor. De hojas blancas con puntas amarillas, es cultivada en oscuridad mediante un proceso llamado ‘forzado’, lo que le otorga su textura crujiente y sabor ligeramente amargo. Su cultivo es especial, y su consumo aporta elegancia y salud a cualquier platillo.
Características de la endibia
- Hojas alargadas y compactas con tonos blancos y amarillos.
- Sabor amargo, ideal en ensaladas o gratinados.
- Alta en fibra, vitaminas del complejo B y minerales como el potasio.
- Textura crujiente que la hace muy versátil en cocina.
Cómo sembrar la endibia
Se cultiva en dos fases: primero se desarrolla la raíz en campo abierto durante primavera o verano. Después, la raíz se extrae, se almacena, y se vuelve a plantar en oscuridad durante otoño para inducir el crecimiento de las hojas blancas. Este proceso dura entre 3 y 5 semanas.
Cuidados de la endibia
- Mantener el sustrato húmedo durante el forzado.
- Evitar la exposición a la luz directa para conservar el color blanco.
- Evitar encharcamientos que puedan dañar la raíz.
- Temperatura ideal entre 10-15 °C para buen desarrollo.
Cosecha y almacenamiento de la endibia
Se cosecha cuando alcanza 12-15 cm. Cortar desde la base y almacenar en refrigeración, envuelta en papel absorbente. Dura hasta 10 días sin perder frescura.
Beneficios para la salud de la endibia
La endibia es rica en fibra, lo que ayuda a mejorar la digestión. Su bajo contenido calórico y su aporte de ácido fólico la hacen ideal para embarazadas. Además, es buena fuente de vitamina K, que contribuye a la salud ósea.
Usos culinarios de la endibia
La endibia puede usarse cruda en ensaladas, gratinada con queso o jamón, o incluso como base para canapés. Su sabor amargo combina muy bien con ingredientes dulces como nueces, manzana o miel.