La jícama (Pachyrhizus erosus) es una raíz comestible de una planta leguminosa, originaria de México y América Central. También se conoce como:
Nabo mexicano
Yam bean (en inglés)
Pelenga o jíquima en algunas regiones de Centroamérica
Aunque es una leguminosa, se consume principalmente su raíz, no las vainas ni semillas, ya que estas últimas pueden ser tóxicas si no se cocinan adecuadamente.
🥗 Características físicas
Exterior: Marrón claro, parecida a una papa o nabo.
Interior: Blanca, jugosa y crujiente.
Sabor: Dulce, suave, entre manzana verde y pera, con textura similar al nabo o una castaña de agua.
🍽️ Usos culinarios
Cruda: En bastones, ensaladas, o como snack con limón, chile y sal.
Cocida: En sopas, salteados, o incluso frita como sustituto de papas.
Jugos y postres: Por su dulzor natural, se incluye en preparaciones frescas.
Muy popular en antojitos mexicanos, como parte de frutas con chile en puestos callejeros.
💪 Beneficios para la salud
Baja en calorías: Ideal para dietas de control de peso.
Alta en fibra: Favorece la digestión y salud intestinal.
Fuente de vitamina C: Antioxidante que fortalece el sistema inmunológico.
Contiene inulina: Un tipo de fibra prebiótica que ayuda a la salud de la microbiota intestinal.
🌱 Cultivo y Cuidado de la Jícama
Clima Ideal
Prefiere climas cálidos y templados.
Temperaturas óptimas: 20°C a 30°C.
No tolera bien las heladas ni temperaturas por debajo de 10°C
Requiere una temporada de crecimiento larga (de 5 a 9 meses), sin frío intenso.
Suelo
Prefiere suelos suelos sueltos, bien drenados y arenosos o franco arenosos.
pH ideal: entre 6.0 y 7.5.
Suelo rico en materia orgánica para favorecer un buen desarrollo de la raíz.
Siembra
Se siembra a partir de semillas, preferentemente tratadas para mejorar la germinación.
La siembra se hace directamente en el terreno o en almácigos para luego trasplantar.
Profundidad: 2 a 4 cm
Distancia entre plantas: aproximadamente 50 cm a 1 m para que la raíz tenga espacio para crecer.
Se recomienda sembrar al inicio de la temporada cálida para evitar frío.
Riego
Requiere riegos moderados y constantes.
Evitar el exceso de agua para prevenir pudrición de raíces.
Es importante mantener la humedad, especialmente durante el desarrollo de la raíz.
Luz
Necesita exposición plena al sol para un crecimiento óptimo.
Al menos 6 horas diarias de luz directa.
Fertilización
Aplicar abonos orgánicos o fertilizantes balanceados (NPK) para promover desarrollo radicular y follaje.
El nitrógeno favorece el crecimiento de hojas y tallos, el fósforo es importante para la formación de raíces.
Poda y soporte
La planta de jícama es trepadora, puede necesitar soporte o enrejado para crecer verticalmente y evitar que las raíces se deformen.
No suele requerir poda, pero retirar hojas secas ayuda a mantener la planta sana.
Cosecha
Se realiza generalmente entre los 5 a 9 meses después de la siembra.
Se sabe que está lista cuando las hojas comienzan a amarillarse y secarse.
Se debe extraer la raíz con cuidado para no dañarla.
Plagas y enfermedades
Plagas comunes: pulgones, ácaros y gusanos.
Enfermedades: pudrición de la raíz por exceso de humedad, mildiu y hongos.