Papa o patata

Las papas frescas se pueden hornear, sancochar o freír y se usan en una asombrosa gama de recetas: purés, buñuelos, albóndigas, twice-baked potatoes (un afamado plato americano), sopas, ensaladas y papas al gratén, por mencionar tan solo unas cuantas. Las papas congeladas y deshidratadas son uno de los productos procesados más antiguos que todavía se encuentran en los Andes del sur de Perú y Bolivia. Se les llama “chuño” y en su forma seca pueden durar por muchos años, y para que quede listo para su consumo solo requiere añadírsele agua y hacerlo hervir. 

Usos no alimentarios: Pegamentos, alimentación animal y etanol usado como combustible. La fécula de papa es ampliamente usada por la industria farmacéutica, textil, maderera y de papel como adhesivo, aglutinante, agente de texturación y masilla, y por las empresas de perforación de petróleo para lavar los pozos. La fécula de papa es un sustituto cien por ciento biodegradable del poliestereno y otros plásticos y se usa, por ejemplo, en platos descartables, vajilla y cuchillos. El archipiélago de Chiloé es sinónimo de leyendas, artesanía y una increíble arquitectura. Sin embargo, este territorio ubicado a 1.220 kilómetros al sur de Santiago también es sinónimo de tradición culinaria, siendo reconocido como Patrimonio Agrícola Mundial por su tierra privilegiada y fértil, en la que destaca una enorme variedad de papas nativas. Gracias a sus incomparables condiciones climáticas y la fecundidad de su tierra, en Chiloé podemos encontrar más de 286 variedades de papas nativas de múltiples formas y colores, que le dan identidad a la zona y son un pilar fundamental en la cultura chilota.  Y es que en la gastronomía chilota no puede faltar la papa, ya sea entera, picada, rallada, cocida, frita o en agua.

Características de la papa

Pertenece a la familia Solanaceae, la misma familia que incluye a otras plantas como el tomate, la berenjena y el ají. La papa es un cultivo que tiene un ciclo de vida corto, que varía de 80 a 150 días desde la siembra hasta la madurez, dependiendo de la variedad. Durante su desarrollo, se enfatiza la importancia de la formación y crecimiento de los tubérculos. El ciclo de vida de un tubérculo de papa se divide en la iniciación y el crecimiento, seguido de un período de latencia y, finalmente, la brotación que da lugar a la siguiente generación.  El clima ideal para el cultivo de papas combina temperaturas templadas, suelos bien drenados y cierta humedad. La temporada de siembra de la papa varía según la región y el clima local, pero en general se adapta a épocas en que hay suficiente humedad, temperaturas moderadas y ausencia de heladas fuertes.

México (altiplano)
 
Febrero – marzo (primavera)
 
Junio – julio (verano)

Cómo sembrar

Lugar: Suelo suelto, profundo, con buen drenaje.
Tipo de suelo: Franco-arenoso, con pH entre 5.5 y 7.0.
Preparación: Labrar bien la tierra (mínimo 2 veces), eliminar malezas y hacer surcos.
Época: Al inicio de la temporada lluviosa o cuando haya humedad suficiente.
Método: En surcos de 10 a 15 cm de profundidad.

Distancia de siembra:

Entre plantas: 30 a 40 cm.
Entre surcos: 60 a 80 cm.
Cubre con tierra suelta, formando un pequeño lomo.
Necesita humedad constante, sin encharcamientos.
En zonas sin lluvias, riega cada 8–10 días, según clima y suelo.

Cuidados de la papa

Aporcado: A las 4-6 semanas, acumula tierra alrededor del tallo para proteger los tubérculos.
Control de plagas y enfermedades: Vigilar el mildiu, la polilla de la papa y los pulgones.
Fertilización: Aplicar compost o abono (rico en potasio y fósforo).
Evita sembrar papa en el mismo terreno dos años seguidos para prevenir enfermedades del suelo.

Cosecha

El momento ideal depende de la variedad y las condiciones del cultivo, pero en general:

Ciclo corto: 90 – 100 días después de la siembra.
Ciclo intermedio o largo: 110 – 130 días.
Las hojas y tallos están marchitos o secos.
La piel del tubérculo está dura y no se desprende fácilmente al frotar.
El clima está seco (mejor para evitar pudriciones al almacenar).
No coseches con tierra muy húmeda: las papas se dañan más y se pudren rápido.
No laves las papas si las vas a almacenar por largo tiempo.
Evita golpes: los tubérculos heridos duran menos y se infectan fácilmente.
Sacar los tubérculos del campo seco.
Dejar secar al aire libre (sin sol directo) durante unas horas o días (según el clima).
Clasificar: separar papas dañadas, muy pequeñas o con enfermedades.

Almacenamiento

Temperatura ideal: 4 a 10 °C
Oscuridad total (la luz vuelve la papa verde y tóxica)
No mezclar con frutas como manzanas (emiten etileno y aceleran el deterioro)
No almacenar papas mojadas o sucias con barro (favorecen el moho).
No mezclar con frutas como manzanas o plátanos (producen etileno que acelera la brotación).
No usar bolsas de plástico cerradas (retienen humedad y generan hongos).
No apilar en exceso (puede aplastar las papas del fondo y dañar su piel).
Papas para consumo fresco: hasta 2–4 meses en buenas condiciones.
Papas para semilla: pueden almacenarse hasta 6 meses, con mayor cuidado.

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